Monday, March 18, 2013

ENTREVISTA CON RUMBO, por eduardo paz carlson, agosto 2011






















En una sala de los estudios La Mayor, y pocos minutos antes de ensayar, Laura Canoura, Miguel 
López, Gustavo Ripa Y Gonzalo Moreira explicaron a El Observador las razones y  las emociones que los llevaron a volver a armar el legendario grupo del canto Popular uruguayo RUMBO. El ambiente fue muy distendido y con permanentes bromas. Son un grupo de amigos que se divierten cuando están juntos y no lo disimulan. Esta amistad y “buena onda” que existe entre ellos se ha proyectado siempre en sus actuaciones en vivo. El concierto de reunión será en Octubre cuando se presenten en el marco de los festejos del Bicentenario.


versión sin editar, 11 de agosto de 2011, montevideo


¿Qué los impulsó a reunirse después de 25 años?

Gonzalo Moreira: En realidad, se fueron dando una serie de hechos que desembocaron en esta reunión.  Pero supongo que esta voluntad de reunirse estaba latente en cada uno de los integrantes de Rumbo durante estos 25 años que no hemos tocado juntos. Todo comenzó con una llamada telefónica que le hice a Miguel comentando un libro. A miguel le vino una especia d demencia senil  temporal y llamó al otro día como desesperado  diciendo “¡Bué…tenemos que juntarnos de vuelta! ¡Tenemos que reunir a Rumbo, creo que hay que hacerlo!” Miguel s e encargó de hablar con cada uno de nosotros. Él es el primer culpable de todo, el que tiró la primera piedra.

Laura Canoura: Como fue el 24 de diciembre pasado, le mandábamos mensajes como “¿Qué estas fumando Miguel? ¿Ya estás festejando, qué tomaste?” Nos parecía una locura.

Miguel López: Así, de a poco  fuimos programando una reunión, charlando. El verano demoró las cosas hasta que lo conversamos en serio en abril. Ahí peloteamos, todavía no estábamos seguros. Muchas dudas… pero sí hay que mencionar a Alfonso Carbone que nos ha apoyado inmensamente y en todo. Sí esta reunión está ocurriendo ahora es, en gran parte,  gracias a Alfonso.

LC: ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Para qué?

GM: ¡Qué pereza! ¡Sí, no, ah!

ML: Había que analizar la compatibilidad con las carreras de Mauricio, la de Laura, con la “incipiente “de Gustavo…  y las actividades profesionales de Gonzalo, Carlitos y las mías… Ese ir y venir lo llevábamos lento.  Barajamos fechas, salas, en fin…

LC: La más temerosa y complicada era yo. Se me complicaba todo.  Siempre me cuesta mucho tomar decisiones.

GM: En mayo, durante reunión en el escritorio de Miguel hubo un “clic” y visualizamos que se podía concretar la reunión.

LC: Estábamos en eso y a mí me mandan un mail de la Comisión del Bicentenario y me reí, no me lo tomé en serio. Lo que pasa es que estábamos conversábamos y no queríamos decir mucho para no generar falsas expectativas en el público.  Al tiempo me llamaron y me citaron a una reunión. Llego y cuando entro me encuentro con todo el equipo reunido. Me dije: “a la miércoles, esto viene en serio”.

Les pidieron ¿toquen esto, hagan esto?

LC: No, nada…  “¡júntense, por favor! “, nos pidieron.  Sería buenísimo para nosotros, para el Bicentenario. Ojalá hubieran puesto alguna condición. Con condiciones hubiera sido más fácil organizar la presentación, pero bueno se resolvió bien igual.


¿Qué va ser este concierto?

Gustavo Ripa: Hasta por donde sabemos esto va ser una presentación en la explanada del Palacio Legislativo el 10 de octubre.  Los organizadores esperan a mucha gente y planearon la actuación de unos cuantos grupos. Va a ser un evento grande.

¿Qué canciones van a tocar? ¿Las viejas canciones y algunas nuevas?

LC: Para esta presentación  que no es muy larga (unos 45 minutos) vamos a tocar las viejas canciones, los clásicos de Rumbo.

GM: Ya sabemos qué canciones vamos a cantar pero no te lo podemos decir.

ML: ¡A Redoblar la vamos a hacer!

LC: Claro, las que son de corte murguero que son de una etapa bien clara y concreta de Rumbo. También contamos con músicos que van a trabajar con nosotros.

GR: Todavía no tenemos definidos quienes van a tocar, en estos días lo vamos a ir decidiendo. Lo que sí se puede decir es que vamos a tener una banda de gente joven, ¡al menos más joven que nosotros!

LC: ¡Y alguno veterano como nosotros también!

¿Va a ser una banda de tipo rockera, eléctrica o más bien una agrupación murguera?

GR: De todo.

LC: Todos coincidimos en que había algo que preservar de lo que nosotros hacíamos que era la etapa más carnavalera o murguera  donde se privilegiaban los arreglos vocales y guitarristicos de los 2 primeros discos de Rumbo.

GR: La “Murga de Cámara”…

LC: Exactamente. ¡Mirá que buena definición!

¿Y cómo andan de las voces?

LC: ¡Mucho mejor!

GM: Increíblemente, estamos bien. Nos pusimos a tocar y ya suena.

LC: El primer ensayo costó un poco porque la emoción también aprieta, ¿no?  Ero es maravilloso porque lo que no podía hacer uno antes lo hace ahora otro. Yo, por ejemplo, amplié el registro gracias a Estelita Magnone que me obligó cuando estuvimos en Las Tres y entonces ahora puedo hacer cosas que en la época de Rumbo las hacía Carlos Vicente y que ahora a él s e le bajó un poco la voz.

En este momento, ¿hay público para la música de Rumbo? El país ha cambiado mucho, ya no son los años 80tas. ¿Más allá de este evento ustedes piensan seguir con Rumbo o es solo una presentación y se termina?

GM: No, lo que tenemos pensado es planificar un tiempo de estar juntos con principio y con final. Esta experiencia es por este evento, salvo que venga McCartney y nos lleve a tocar con él, Rumbo no seguirá después de los festejos del Bicentenario.

El público ha cambiado. A la presentación del 10 de octubre van a ir los que eran jóvenes en la década de  1980 acompañados por sus hijos.

GM: Eso  sí… ¡Seguramente!

LC: ¡Es que sus hijos son de la edad de los que están en la comisión del Bicentenario! Son esos hijos que escuchaban los discos de Rumbo que sus padres le metían por intravenosa.

GM: Yo creo que hoy hay un espacio para la música de Rumbo porque es un estilo que no está, nadie lo hace. El lugar de esta música nadie lo usa por eso creo que Rumbo va a tener un público ávido por escuchar.

¿Hay una nostalgia de esa época?

LC: ¡Nooooo!
GM: ¡No!
ML: Justamente es lo que hemos predicado, que no sea por nostalgia, que sea por la música en sí.
Pero hay en ciertos sectores una especie de nostalgia por esas épocas de “resistencia” y por el Canto Popular.

LC: Sí, pero no…

ML: Pero hay una cosa que es inevitable: puede haber gente que cultive la nostalgia y eso es muy de cada uno.  Colectivamente, somos un pueblo que festeja la nostalgia “La Noche de la Nostalgia”, eso es verdad.  Pero en el caso nuestro no es así. Te diría que más bien nuestra actitud es estar en contra de que solo sea por nostalgia que se escuchen nuestras canciones.  Más bien lo que pensamos es en mostrarles a los más jóvenes, a los que no nos vio tocar, que tenemos una propuesta que es válida aún.

LC: Creo que a nosotros lo que nos pasa es que nosotros, además de lo que podamos significar para alguna gente, nosotros somos un grupo de amigos (que eso fue lo fuimos siempre) que tuvimos una actividad en común que fue hacer música.  Otras barras de amigos se reúnen a jugar eternamente al futbol, por ejemplo. Nosotros nos reunimos para cantar. Salvo por algún tema que entre todos coincidimos que puede estar fuera de tiempo, nuestro repertorio está absolutamente vigente.  Los que componían en esa época (Mauricio, Gonzalo, miguel) eran de una sutileza en el lenguaje hace que las canciones hoy todavía signifiquen cosas.

Y ustedes cuando estén ahí frente a toda esa gente, en la explanada del palacio legislativo se van a sentir diferentes que hace 25 años.

GM: Hemos crecido, hemos engordado…

LC: Hemos encanecido…

GR: Cambiamos pero esa música la seguimos considerando totalmente actual. Hoy conversaba con una persona que me decía  de lo importante que es el mantener (desde el punto de vista de la cultura) un hilo conductor, que no se pierda.  Que las etapas y los períodos no se corten. Y yo referencio lo que sucede en Brasil: si hay hoy alguien joven  que se le ocurra cantar a Caymmi nadie le va a ir a decir “ay que nostalgioso que sos”  canta a Caymmi y punto. Porque Caymmi es hoy.

El problema con ustedes es que formaban parte del Canto Popular y el Canto Popular desapareció.

LC: No.

GM: Depende de cómo y dónde, ¿no?  Tú vas al interior y hay un movimiento muy grande. Hemos ido con Ubal a cantar y cantan canciones del canto popular audiencia de 10 mil personas por ejemplo.

LC: Lo que pasa es que ha ido evolucionando hacia distintos lados. Yo salgo del canto popular, Fernando Cabrera sale del Canto Popular, Rubén Olivera, Larbanois Carrero…

Además de lo música el Canto Popular tenía un componente político muy grande y ahora ya no está ese componente político. Ahora solo queda lo musical.

GR: en ese momento era inevitable porque ocupamos un espacio que no había otra forma de ocuparlo. Se congregaba gente a decir y a escuchar cosas que desafiaban al régimen político del momento y había un nivel de exigencia que hacía que lo que las presentaciones musicales nos e considerasen solamente como un hecho artístico. Creo que en lo que nosotros hacíamos hubo una perseverancia en el trabajo de lo estético, de lo que se decía, de los conceptos arreglisticos que se manejaban, que por eso creo que hoy podemos trascender  ese componente político. Y no es una crítica a gente que utilizaba la música más que nada como un hecho político, que es totalmente legitimo, pero que no fue nuestro caso.

Hoy se podría decir que están liberados de ese componente político: pueden cantar por el placer de cantar.

GM: Creo que lo político va por otro camino.

LC: Insisto en el concepto de grupo de amigos que se juntó para hacer música que coincidíamos en el pensamiento histórico, político. Nunca hubo la intención de ser el motor de nada, ni de ser la bandera de nada.  Terminamos como quedando en el medio de una situación que no habíamos creado. Mucha gente utilizó la música como una manera de militar y está bien. Nosotros no. Estábamos todos en contra de la dictadura pero no usábamos nuestra música para eso solamente. El no sentirnos haber sido bandera de nada nos dio siempre una gran naturalidad y aún hoy sentimos esa naturalidad.

GM: Yo rescato la parte artística del grupo, el sonido del grupo.

El canto.

GM: Sí, es una química que se da acá, con nosotros y que realmente no existe en otro lado.

ML: El unísono fue una de las características que en algún nosotros  manejamos y que en Brasil por ejemplo nos felicitaron por eso. El unísono nos identificaba en ese momento. Y luego se abandonó esa estética. Fue una evolución natural…

LC: Hacia el rock, la murga…

¿Van a grabar algún disco con esta presentación, con temas nuevos tal vez?

LC: Vamos paso a paso, todavía nos sabemos. Hoy estamos muy ocupados queriendo hacer que nuestras canciones suenen como queremos que suenen hoy: Algunas van a tener los mismos arreglos pero con mejor sonido en vivo y otras van a cambiar un poco porque nosotros hemos cambiado.

Al finalizar esta entrevista  se van a ensayar. ¿Qué canciones vana ensayar?

 GM: Vamos a ensayar: Los héroes de la pantalla, La bagayera, A Redoblar, Para abrir la noche y Viejo tablado.

¿Y cómo están sonando?

LC: ¡Bárbaro!
GM: ¡Increíble!
GR: ¡Buenísimo!
CL: Cuando podemos para de reírnos…
GM: ¡Es muy divertido!

 DECLARACIONES OFICIALES DE RUMBO- 2011

MAURICIO UBAL

 Este inesperado “segundo tiempo” de Rumbo, se me ocurre verlo desde dos ángulos: uno (y primero para los seis integrantes originales), el del afecto. Rumbo en su momento fue y se consolidó gracias a la formidable comunión afectiva que tuvimos. Veinticinco años después de nuestra última actuación (Semana de la Cerveza, Paysandú) había pasado tanto torrente abajo de los puentes, que nadie estaba seguro si todos nos guardábamos a todos en ese secreto rincón donde viven nuestros amigos del alma.
Pero ahí estábamos, cada uno desde su soledad, esperando al otro para darle un abrazo.
Tal vez porque, hace veinticinco años, supimos parar a tiempo, sin desgastarnos como amigos, suponiendo que sólo nos estábamos tomando una licencia…
 El segundo ángulo para valorar internamente este reencuentro, eran las canciones. Algunas han sobrevivido los años y otras no las volvimos a cantar nunca en todo este tiempo. Ellas volvieron y se nos prendieron en la boca de un salto, a medio camino entre la nota exacta y la lágrima.
Y pasa que están allí… a varias las relentaremos un poco, a otras les cambiaremos el vestuario para que se luzcan a los espejos de hoy… pero otras irán tal cuales eran, como si las hubiéramos dejado de ensayar anteayer.
 En estos días hemos estado recibiendo una larga cadena de abrazos y regocijos que nos sorprenden y nos maravillan. Y todo esto que digo va a estar el 10 de octubre arriba del escenario.
Gracias a la comisión del Bi por recuperarnos… muchas gracias

GUSTAVO RIPA
 Alguien habló de nostalgia. Busco y encuentro: NOSTALGIA: "Tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida" según la RAE. Siento, veo y compruebo que no perdimos nada, tal vez  algunas cosas se transformaron con el tiempo, pero las fundamentales como las ganas de compartir, de reírnos tanto, de emocionarnos, de escucharnos, de cantarnos están intactas y me llenan (y nos llenan) de dicha. Cuando lo que se comparte es más que hacer música, aunque sea la música la que nos convoque “25 años no son nada”. Lo supimos, emocionados,  en el primer ensayo, en el primer acorde. RECORDAR me gusta más, o sea “volver a pasar por corazón”. Agradezco a la vida por esta oportunidad. Gracias Miguel por insistir, Gracias a todos por disipar juntos y tan rápidamente los temores y las dudas. Gracias por la música y la risa. Gracias por la confianza y el respeto mutuo. Gracias también a todas las personas que viven y sienten esto como propio. La alegría volvió, enredada en nuestras voces.

GONZALO MOREIRA

En primera instancia, la idea de juntarnos con Rumbo, me tomó por sorpresa y me pareció un tanto descabellada. A instancias de Miguel, que fue quien tiró la primera piedra, empezamos a reunirnos y a conversar del asunto. La pequeña luz que se veía muy tenue, comenzó a crecer con el correr de los días. Empezamos a tirar líneas sobre la forma que tendría nuestro reencuentro, que cantaríamos, que tiempo nos daríamos para llevarlo a cabo. Empezó un proceso que, de a poco, nos fue acercando a objetivos comunes. En eso irrumpió la idea de participar en los festejos del Bicentenario. Cuando definimos aceptar esta propuesta, los plazos que nos habíamos marcado, se desmoronaron rápidamente. En vez de seis u ocho meses, tendríamos solamente tres para prepararnos. Y allí empezó a girar la rueda, empezaron los encuentros con guitarras, alguna percusión y nuestras voces. Los primeros ensayos fueron muy emotivos, ya que ese sonido que no habíamos vuelto a escuchar en vivo, surgió como si hubiera estado esperando que lo llamáramos. La química sonora la sentimos intacta. El proceso de reencontrarnos con nuestras canciones, es provocador de una gran alegría, de dejar a un lado por un rato nuestras difíciles personalidades en pos del bien común, porque si hay algo que está claro, como dice Canoura, nos hemos convertido en solterones musicales y estamos nuevamente en el proceso de compromiso con lo que hacemos como grupo. Lo mejor para mí, es la alegría que me provoca este encuentro, es el reencuentro con amores musicales que estaban dormidos. Seguro vamos a poder trasmitir estos sentimientos cuando estemos tocando.

LAURA CANOURA

En el '86 nos separamos.
Estábamos cansados y todos queríamos enfocar proyectos en solitario...Es que trabajar en grupo tiene lo suyo...
En el '87 nació mi hija y en el primer espectáculo que hice como “casi solista” fue con dos de los compinches de Rumbo (Mauri y Gustavo) y Esteban Klisich.
El día que estrenábamos en el viejo Teatro de los Pocitos Gonzalo nos hacía el sonido y Carlitos y Miguel estaban por supuesto en la platea.
Nos hemos visto estos años periódicamente, tomando vino, guitarreando o aplaudiendo desde la platea la canción del amigo querido.
Me llevó muchos años aprender a moverme sola. Decidir sola. Imaginar sola. Crear sola. Pero como yo creo que la vida es pródiga en oportunidades, me regala este momento para recordar cómo se funciona en grupo.
No hemos parado de reírnos desde el primer ensayo y espero que podamos hacerlo inclusive arriba del escenario, ahora que se puede y no queda mal demostrar que no somos tan serios.
Y como a Mauri le va a costar auto referenciarse digo que nos juntamos porque el corazón no quiere entonar más retiradas.

MIGUEL LóPEZ

En la tarde de la Nochebuena del 24 de diciembre de 2010 pensé, no me quiero  
morir sin antes volver a cantar con mis amigos de "rumbo", y los llamé por
teléfono, Gonzalo, Mauricio, Laura, Gustavo y Carlitos y se los dije, no así
claro, no me dio para ponerme melodramático, les dije," porqué no volvemos a
cantar juntos", ninguno me dijo que no, hasta ahora... después de volver a
ensayar para volver a cantar, parece un sueño, único, imposible de contar, el
10 de octubre será el día, que podré contarlo.

CARLOS VICENTE

Algo me pasa cuando rebobino y pienso en toda esta historia. Y es algo muy fuerte. Les cuento: hace unos meses, cuando Miguel tiró la idea de hacer algo con Rumbo porque tenía unas ideas y  algo que decirnos, agarró y nos convocó a una reunión. Y allá fuimos todos, con la expectativa de saber de qué iba esto. Llegamos y, claro, el vernos juntos nos provocó un nuevo “encantamiento mágico” (porque nunca hay que descreer de la magia) y en ese momento se empezaron a disparar mecanismos personales, individuales, que hasta el día de hoy son los que nos convocan, como que aquello de que lo particular a lo general todavía funciona. Y bueno, ahí empezó el “que sí”, “que no”, “¿te parece?”, el “eso está bueno”, el “no sé”, el “podríamos ver y pensar en que si, por ahí…..”, y todo eso. De repente, como de la nada (porque a veces eso también pasa), apareció la propuesta de la Comisión del Bicentenario, sin que nadie la esperara. Y, opaaaa, eso nos trajo a tierra; algo había pasado que nos hizo ir más rápido de lo que podríamos haber pensado. Y ninguno dijo que no, a todos nos gustó la idea de que, a pesar del tiempo, algunas buenas personas se habían acordado de Rumbo, o sea, de nosotros. Y eso nos hizo replantear las ganas. Y vimos que realmente nos gustaba estar juntos, sin pensar en otros tiempos, solamente pensando en el hoy, en lo que se venía. Porque de eso se trataba, de no pensar en la nostalgia de lo que fue ni de lo que hicimos. Porque me parece que -y creo que a mis amigos/compañeros del alma también les pasa- sólo hay que mirar para atrás para ver qué fue lo que hicimos mal para no repetirlo. Y eso fue lo que nos entusiasmó, esa posibilidad nos permitía mirar para adelante, y fue lo que hicimos y lo que estamos haciendo, mirar para adelante con la inmensa alegría de volver a encontrarnos para hacer algo que nos conmueve: mirarnos, oírnos, encontrarnos, disfrutar de la música que cada uno tiene y que todavía hoy nos hace lagrimear. Y aquí estamos, alegres, riéndonos, redescubriéndonos, sin pensar en que el tiempo transcurrió y que hoy, después de todo, no hicimos nada para que eso no sucediera. Simplemente pasó, y eso, para mí, ya es suficiente.